Jorge Luís Borges (1899 - 1986 ) Imagen de
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Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar el alma.
Y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de quererte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios, multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido, ya es tarde, nunca dejes que algo te sea demasiado tarde.
Pero desafortunadamente, LO APRENDERÁS sólo con el tiempo...
Jorge Luis Borges
Mis reflexiones al repecto:
Con el tiempo aprendemos que una mano amiga no nos quita la libertad. No debe atarnos. Y aprendemos a aceptar nuestros errores y a asimilar nuestros fallos con madurez. Y quien nos acepte con ellos será quien nos aprecie de verdad.
Y que debemos medir las palabras para no herir a nuestros seres queridos, pues ellos esperan nuestra protección, y si les hacemos daño, se sentirán desdichados y traumatizados el resto de su vida.
Con el tiempo aprendemos a construir todos los caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes y al pasado no hay regreso.
Con el tiempo vemos que, aunque estemos felices con los que nos rodean, añoramos terriblemente a los que ayer estaban con nosotros.
Aprendemos que en los momentos más extremos es cuando nos damos cuenta realmente de nuestra fortaleza y nuestro valor para afrontar conflictos.
Y uno aprende que amor no significa sexo. Que el amor implica deseo sexual pero el deseo no implica amor.
Uno aprende que una compañía no significa seguridad, ya que en ocasiones la compañía es el verdugo.
Que a lo largo de nuestra vida hacemos nuevas amistades, pero echamos de menos a aquellos que llegamos a querer y que por diversas circunstancias acabamos distanciados.
Aprendemos que el tiempo pone cada cosa en su sitio, que las oportunidades llegan cuando estamos preparados pero que hay que estar preparado para cuando lleguen.
Con el tiempo aprendemos que la verdadera felicidad está en el recorrido que seguimos hasta obtener nuestros objetivos, en las ilusiones y en la esperanza.
Y uno empieza a crecer, a madurar, a aprender …
Y uno aprende y aprende … Y con cada día uno aprende.
Pero desafortunadamente … sólo con el tiempo.
María José Corral Benítez
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